12 años de MAIPU KAI Aikido Dojo
El numero 12 como significado, simboliza el orden y el bien, la justicia como perfección, la unión del cuerpo y la mente, la armonía y la pureza. En lo espiritual simboliza pensamientos positivos hacia el futuro, mantener fuertemente la fe, también es crecimiento y desarrollo.
Doce fueron los dioses del Olimpo, doce los apóstoles de Jesús, doce las tribus de Israel, doce los astronautas que han caminado sobre la luna, en fin, hay muchos datos de este enigmático número.
Nosotros también, mil historias podemos contar de estos doce años de vida de MAIPU KAI Aikido Dojo, toda una enciclopedia de anécdotas y recuerdos. Lo más importante siempre, han sido las personas que hemos conocido, los amigos y los alumnos que deja el camino (do) recorrido, los momentos alegres, las clases multitudinarias, los días difíciles y los aconteceres no tan fáciles por los cuales la vida nos ha hecho pasar.
Desde que comenzamos en una pequeña salita en la academia Shen Men, del gran Jose Luis Marchant, en donde transformaron su casa en la nuestra y nos convidaron buena energía, conocimiento y relaciones de amistad verdadera, vinieron varios lugares donde nos esparcimos y que recordamos con mucho cariño.
El Dojo de la comuna de Huechuraba fue uno de ellos, cercano al cielo en la azotea de un edificio en la ciudad empresarial, en donde tanto se necesitaba Aikido, nos instalamos y nos creíamos los Beatles dando concierto en todas nuestras prácticas, rodeados de cerros, jardines con bambú y piletas de agua, era un lugar muy energético y muy especial. Abrazo grande a nuestro amigo Jaime López, que sigue trabajando en las artes marciales, ahora para enseñar lo que es la Naginata.
Después de eso estuvimos en varias comunas de la región metropolitana: Santiago centro, Providencia, Colina y Peñalolén fueron grandes experiencias, emprendimientos algunos que perduraron por años y otros que se agotaron rápido.
Incursionamos haciendo clases en gimnasios, en estacionamientos subterráneos, en hoteles, dentro de condominios, en áreas verdes, o en cualquier espacio que se podía, ahí impartíamos clases.
Perdimos un poco la cuenta de las charlas, entrevistas y conversatorios que hemos realizado. Dimos varias asesorías a personas, agrupaciones y empresas. Todo con el fin de poder difundir nuestro maravilloso arte, mostrando las variadas herramientas y fórmulas que ayudan a que las personas solucionen sus conflictos, buscando otra mirada diferente, siempre con el camino pacífico y la armonía.
En estos 12 años y como reloj suizo no nos hemos detenido, el Covid lo intentó, sin embargo continuamos, desde siempre trabajamos todas las semanas del año, de Enero a Diciembre, de forma seria y profesional, con una disposición cariñosa, dedicado a las personas con mucho amor, basado en las experiencias que la vida nos fue entregando, sin saber que los pondríamos en práctica en algo tan utópico como un Dojo Japonés.
En lo fundamentalmente técnico y filosófico, nuestra línea siempre fue la de O´Sensei y la familia Ueshiba, haciendo una práctica con rigor sobre las bases, de forma enérgica y dinámica, como lo hacía en sus clases nuestro maestro Yoshimitsu Yamada, quien creyó siempre en nuestro proyecto.
No hay casualidades y el camino no ha sido fácil, pero nuestra misión fue practicar algo difícil como el Aikido y difundirlo, para visualizarlo y provocar bienestar para nuestra vida. Como lo es para mí, lo puede ser para otros.
Mirando hacia atrás hemos transitado una hermosa senda, sin hacer ninguna discriminación, dedicando nuestro arte a quien desee experimentarlo, ya sea un niño, un jóven o un adulto. Todos han podido conocer la idea de O´Sensei y comprender lo que es universal, como practicar el arte de la paz.
Hoy estamos felices de radicarnos en Talca y que nos tome en esta ciudad este cumpleaños número 12, la vida nos ha traído a este lugar increíble, con lindas personas, rodeados de naturaleza: ríos, humedales, bosques, cerros, campos y volcanes y con un Dojo soñado como el que disfrutamos.
Demasiado que agradecer, demasiado que contar pero mucho más por hacer. Seguimos con fuerza, tenemos la energía, vivimos nuestra vida sin tregua ni descanso y avanzamos sin temor.
Larga vida al MAIPU KAI Aikido Dojo…
Que así sea.