Les envío a todos un fraterno abrazo, esperando que se encuentren bien junto a sus familias, sanos y fuertes.
Terminamos Diciembre, finalizando el 2021, otro año diferente, otro año en pandemia. Cuanto nos han cambiado estos periodos desde que se anunció por allá por el 2019, una nueva enfermedad llamada COVID-19.
Como siempre el cambio de calendario y la experiencia de poder celebrar un Año Nuevo es gratificante.
Pese a los dolores, las penas, muchas pérdidas, y de las cosas no tan buenas que a la gran mayoría le ha tocado vivir, debemos alegrarnos de estar sanos, agradecer los pasos que hemos dado y continuar intentando vivir, mirando el futuro, recibiendo un nuevo año en familia, con los seres queridos, y con las personas que amamos.
Desde que todo esto empezó, el mundo ha estado en vilo y aun la pandemia no se ha terminado. Nuevas variantes siempre aparecen amenazantes a un globo completamente angustiado y también polarizado entre tanta medida de control.
El poder adquisitivo y material que tienen algunos continentes o países, en momentos de apremio, aparecen, intentando siempre llevarse por delante a los pueblos menos pudientes, sin embargo, el equilibrio natural que propone esta nueva normalidad obliga a este tipo de conglomerados de poder, en pensar también en el resto de los habitantes que conforman el planeta, ya que de una forma u otra, estamos todos conectados en el mismo hábitat y con un mundo globalizado como el actual, todos somos parte de este organismo viviente, unido pese a las diferencias.
¡Que increíble! Siglo 21 y no nos damos cuenta que somos un solo organismo vivo y que todos conformamos el mismo planeta.
Indefectiblemente lo que le afecta a Asia, complica a América, lo que ataca a África explota en Europa, y que por Oceanía, que son los que se consideran más aislados, se comunican todos los continentes.
Es ahí, en donde mi pensamiento como aikidoka, tiene más sentido todavía, cuando recuerdo la frase de O´Sensei referida a que La vía del Budo es hacer del corazón del universo nuestro propio corazón. Manifestarnos que somos parte de este planeta tierra, y también del todo, siendo cada uno de nosotros un universo en sí mismo, es parte del entendimiento.
O´Sensei también escribió: La vida es crecimiento.
Si detenemos el crecimiento, técnica y espiritualmente somos tan útiles como cadáveres.
El arte de la paz es la celebración del enlace del cielo, la tierra y la humanidad.
Es todo lo verdadero, lo bueno y lo bello.
¿Cuándo llegara el día?, que de ser parte de la globalidad, creamos en algo común, en algo bueno para todos.
Eso es, lo que yo siento practicando Aikido, yo me siento bien y por eso lo comparto y lo difundo.
Estoy convencido que es una forma de entregar algo bueno, algo que nos hará reflexionar sobre nuestras emociones, de analizar sobre nuestros pensamientos arraigados, y que en definitiva transformara para bien nuestro existir.
El Aikido nos obliga a compartir con los demás, a armonizar con todos, pese a nuestras diferencias, porque las diferencias son obvias y las tenemos, pero somos todos partes de un mismo organismo vivo, todos partes del universo.
Hace más de 20 años que conocí este arte y aunque en un comienzo no me fue fácil de comprender, con perseverancia y fe en el futuro, a duras luchas con mi cuerpo y de ideas preconcebidas, de a poco se fue acercando a mi mente, y fue enamorando a mi corazón.
Es así como la vida fluye y actúa en nuestros pasos y va escribiendo la historia, como lo que pasa ahora con esta nueva normalidad y de a poco la vamos intentando entender.
Este año 2022 se cumplen 10 años de nuestro Dojo MAIPU KAI y como no decirlo, hace 20 años atrás, yo no lograba descifrar lo inigualable que es este arte marcial.
Qué paradoja que somos y que paradoja es la que vivimos. Nadie sabe en que terminara esta pandemia, si vendrán otras o si nos servirá de algo como civilización lo sufrido en esta crisis.
Por lo mismo, es que continuaremos a pie firme, pese a las vicisitudes de estos tiempos, con muchas ganas y nuevos bríos, con pequeños pasos pero grandes sueños, y todos ustedes, absolutamente todos, quedan invitados a acompañarnos y a seguir… estudiando, practicando, compartiendo … con OPTIMISMO y FE.
FELIZ 2022!!
Les desea.
MAIPU KAI Aikido Dojo.