Situación País – Parte del Problema o Parte de la Solución.

Un gran saludo para todos, esperando que se encuentren muy bien de salud junto a sus familias, ojala en casa, guareciéndose del contagio y en estos días también de la lluvia.
Hemos llegado a los tres meses sin poder practicar como lo hacíamos antes en nuestro Dojo, tocar el tatami con nuestras manos y cuerpos hoy por hoy se nos hace más un recuerdo que una realidad y por muy poco pasa a ser un sueño muy futuro a razón de las situaciones que estamos pasando por el COVID-19 como sociedad/país por estos días.
Lamentablemente hemos alcanzado cifras de contagio inimaginables para cuando empezó todo esto y mientras leemos que en países europeos y asiáticos ya se levantan algunas restricciones, nosotros actualmente nos encontramos en el peak y dentro del top ten en el mundo con más personas contagiadas. Sorpresa para algunos, mas no para otros.
A veces me gusta creer que la historia no se repite, pero algo que me quedo de leer un poco de ella es que siempre todo nuevamente pasa. Por bien o por mal, según la opinión de cada uno, hemos sido un país que desde nuestra creación tenemos periodos de ser una sociedad que vive en mucha tranquilidad y de repente todo al revés, por diferentes circunstancias esto se ha repetido varias veces y para mí no es casual que siempre nos pase lo mismo. Obviamente me evalúo yo primero antes que todo y aunque el muestreo es pequeño, saco como resultado la siguiente reflexión: somos por mucho y por decir poco “irreverentes” e “individualistas”.
No lo sé, somos “Irreverentes”, algo tenemos en contra de la autoridad, de que nos digan que hacer o que no hacer, de que nos ordenen algo como definitivo, o que debamos hacer algo que no queremos, todo eso nos resulta muy difícil e incluso dramático.
Por el otro lado también está el “individualismo”, creo que no es necesario ahondar mucho en este aspecto, pero nos priorizamos ante el resto y queremos diferenciarnos, poco tomamos las opiniones de los demás y menos de sus normas de comportamiento colectivo, que incluso las encontramos hasta de aburrimiento total.
No sé si ser así es algo bueno o malo, creo que es como es y no es necesario evaluarlo, pues nadie sabe que está bien y que está mal realmente, pero que es por decir algo conceptual que nos identifica, creo que así es.
Por eso es que algunos creen, incluso entre nosotros mismos, que los chilenos de la mejor forma que nos pueden ordenar o poner en línea es a través del látigo, o solo a través del rigor y porque no decirlo, por lo que más nos duele, el castigo.
Muy por el contrario pocos creen que conversando, razonando con argumentos y llegando a respuestas mutuas podamos concordar y hacernos entender entre todos.
Quizás viene desde la genética o puede ser desde la desconfianza traspasada de nuestros ancestros, no lo sé, tal vez mera ignorancia o incredulidad, pero también siento que cada uno de nosotros tiene un trabajo que hacer en ese respecto, de manera que nuestras futuras generaciones no vivan con nuestras trancas pasadas y que aunque sepan que pueden y deben hacer lo que deseen, hay un mundo, un país, una sociedad que siempre tiene un bien común que nunca deben olvidar por muy “yo” o individuales que seamos.
Nosotros en particular, practicamos un arte marcial japonés, y hablar del pueblo japonés involucra contemplar sus ideales culturales que se inter relacionan de persona a persona, y que son influenciadas en palabras como “deber”, “honor”, y “obligación”, con una mirada no individualista sino que social de comunidad y de país, muy diferente a las formas que tenemos nosotros y otras naciones occidentales.
Un muy buen amigo me comento una vez, algo que le dijo su maestro de Karate Do y que le quedo grabado para siempre, él le dijo: “ahora usted es un practicante de artes marciales, y cualquiera que sea su forma de vivir o lo que quiera hacer, usted no se puede manejar como cualquiera en su vida, usted tiene una responsabilidad”.
Esta frase ha hecho eco en mi mente por estos días, y ya que estamos aquí es por eso el título de este escrito “Parte del Problema o Parte de la Solución”.
Esta claro que japoneses no somos, pero es valido hacerse la pregunta de si soy parte de tal o cual, y se me hace más imprescindible que nunca ahora, y reflexionar acerca de si mi individualidad e irreverencia puede hacer la diferencia, entre hacer algo bueno o malo en mi sociedad que es parte de lo que yo soy, un artista marcial que no se puede manejar en la vida como cualquiera, porque yo tengo una responsabilidad.

Abrazos y espíritu Aiki para todos!!

MKAD.

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